
“Concentra tu mente en tu trabajo, pero nunca permitas que tu corazón se apegue a los resultados. Nunca trabajes por amor a la recompensa, y realiza tu trabajo con constancia y regularidad.”
Bhagavad-Gita
Basado en una vida real
Miguel se levanta todos los días a las 3:00 am para iniciar sus labores en el campo. Una rutina que hace de domingo a domingo sin descanso. En su primer turno, corta el pasto, ordeña las vacas, ayuda con labores de diversas fincas. A las 8:30 am, se va hacia su otro turno laboral – paradójicamente a esa hora empieza mi horario laboral mientras que Miguel ya ha trabajado 5 horas – donde trabaja en una bodega de plátanos durante todo el día.
A las 4:00 pm Miguel vuelve a la zona y comienza de nuevo su tercer turno de ordeñar las vacas, cortar el pasto, realizar labores varias hasta las 7:00 pm. Luego, parte a su cuarto turno donde ayuda con manutenciones en otras veredas, las cuales termina aproximadamente a las 10:00 pm; a esa hora Miguel se va a descansar para iniciar nuevamente su rutina a las 3:00 am.
¿Qué es lo admirable de Miguel?
Al principio creeríamos que es su capacidad de trabajar aproximadamente 115 horas a la semana, algo que en vez de admirarlo, me cuestiona el mundo desigual en el que vivimos, donde unos trabajamos 40-50 horas a la semana (o menos) y vivimos repletos de lujos hasta el punto de la gula, mientras que Miguel con mucho esfuerzo tiene para su supervivencia. Lo que admiro de Miguel es su actitud con la vida día a día. Te cuenta que está con ganas de nuevas cosas, sonríe bastante y todo el tiempo consiente a sus vaquitas, incluso a mi perra cuando va y le pide pan.
Miguel me recuerda aquel concepto que menciona Viktor Frankl denominado “la libertad espiritual”, esa relacionada a la decisión que tenemos de enfrentar nuestros retos con actitud y sin lamentos. Nos pusimos o la vida nos puso ahí, pero al final hay un camino que debemos continuar y estará en nosotros la decisión de aceptarlo para caminarlo con determinación y consciencia.
Este universo sincrónico provee una sabía corriente por la que va llevando nuestra vida, solo que nosotros andamos distraídos y poco agradecidos que varias veces nos quejamos de lo que vivimos. Sin embargo, cuando nos permitimos llevarnos por esa corriente comprendemos que el camino se ha dibujado para que evolucionemos a través de superar los desafíos. Al principio cuando enfrentamos pruebas y el camino es incierto, es probable que rechacemos lo que vivimos y nuestra actitud permeada por el miedo se llene de excusas y quejas; pero como menciona la película del Guerrero Pacífico, la primera comprensión del guerrero es que no sabe qué hacer, desde ahí construimos el camino.
¿Cuál es la lección que me regala Miguel todos los días?
Cada mañana cuando me levanto, dejo salir a la perra y miro hacia a la vereda, observo a Miguel trabajando en sus diferentes labores con una temperatura cercana a los 0 °C. En ese momento, recibo una constante lección “enfrenta tu destino con voluntad y alegría”. El sagrado libro Indio Baghavad Gita en una de sus frases célebres dice “En este camino el esfuerzo nunca se desperdicia y no hay fracaso. Incluso un pequeño esfuerzo hacia la conciencia espiritual te protegerá del mayor temor.” Cada día será una preciosa oportunidad para la evolución, estará en nosotros tomar ese día a día como un regalo para lograrlo o como una simple casualidad.
Por el momento, Miguel sin saberlo es un maestro para mí a quien no solo le guardo profunda admiración sino le deseo luz, amor y abundancia.
Namasté